miércoles, 16 de abril de 2014

Multitudinario recibimiento al Cristo del Mar y la Virgen de los Dolores

Martes Santo en Alicante es igual a Cristo del Mar y Nuestra Señora de los Dolores y San Juan de la Palma. Y eso se nota en la afluencia de personas que desde las seis de la tarde busca el mejor lugar en la plaza de la Basílica de Santa María para no perderse ni un segundo de la salida de los pasos. La tradición y belleza de las imágenes, la historia de la hermandad fundada en 1917, y su vinculación con las tradiciones de la ciudad hacen que sea una cita para todos los amantes de la Semana Santa Alicantina.

La belleza barroca de la fachada de la Basílica, la iglesia más antigua de la ciudad, es el mejor marco para las imágenes del Cristo del Mar y el trono de Palio sobre el que procesionan las imágenes de la Virgen de los Dolores y San Juan de la Palma. Las grandes puertas oscuras se abren de par en par para recibir bajo los acordes del himno de España los dos tronos. 


La banda de cornetas y tambores de la cofradía de Nuestro Padre Jesús y Nuestra Señora de la Amargura de Callosa de Segura, la Banda de tambores de la hermandad del Santísimo Cristo Crucificado de Monóvar y la Agrupación Unión Musical Santa Cecilia de Tobarra, con sus piezas acompañan la procesión cada año y consiguen que el momento de recibir a los pasos sea todavía más intenso. La vista y el oído a disposición de los sentidos. El aplauso es el regalo más sincero de los presentes.

En la plaza los hermanos de fila no pierden detalle. En los más pequeños, con la cara al descubierto, se ve el brillo de la emoción que sienten al ver el esfuerzo de los costaleros. Los mayores, ya cubiertos con sus capirotes blancos y sus palmas en la mano, culminan, junto a las damas de mantilla y el resto de miembros de la hermandad, el mayor apoyo para que el momento de la salida sea vistoso y llamativo.


Rodillas al suelo. Sólo la voz del capataz rompe el pulcro silencio que la bulliciosa plaza es capaz de recoger. "Arriba valientes, vamos con ella", son algunas de las frases que utiliza para dar aliento y motivación a los hombres que tienen que hacer un gran esfuerzo. Bajo el pesado trono 37 costaleros ansiosos por que llegue el momento. Son expertos, ya lo han hecho varias veces, llevan ensayando muchos meses, sin embargo el riesgo siempre existe y los nervios es algo que no se puede evitar. "Lo más importante en el momento de la salida es la coordinación", asegura Boris Martínez, uno de los costaleros de la Virgen de los Dolores.

La lluvia de pétalos desde lo alto de la Basílica llena de colores rojos, blancos y amarillos el cielo alicantino y el palio de la virgen. Es el momento de arrancar la estación de penitencia. Por delante varias horas hasta volver a casa. 


Un regreso que genera la misma expectación que la salida. Cerca de la medianoche el Cristo del Mar y la Virgen de los Dolores y San Juan de la Palma giran por la calle Villavieja rumbo a la Basílica. El último tirón es el más duro. El aliento del público y el sonido de la música son imprescindibles para poder subir la cuesta de tirón. Finalmente lo consiguen. "Si no fuera por la música sería imposible", reconoce Pablo Ivañez, otro de los costaleros que reconoce la importancia del acompañamiento musical.

Ahora, de nuevo rodillas al suelo y frases de aliento. El último esfuerzo. El cristo del Mar, la Virgen y San Juan de la Palma ya están en la Basílica donde esperarán 365 días hasta volver a ver el cielo alicantino y desfilar por sus bellas calles. 

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