martes, 15 de abril de 2014

Emoción y devoción para 'El Morenet'

Un año más el barrio alicantino del Raval Roig se ha volcado con su cristo. 'El Morenet', el patrón de los hombres del mar y el cristo de todos aquellos que aman el Mediterráneo y lo que significa para su ciudad, ha salido de su ermita para procesionar por su ciudad levantina. Se trata de una de las tallas más antiguas de la Semana Santa, la fecha exacta no está clara, pero los expertos aseguran que data de finales del siglo XV, principios del XVI. Su valor artístico y la devoción por él se unen a partes iguales en una procesión en la que participan más de un centenar de personas.  Además, esos mismos motivos sirven para  entender el porqué tantos alicantinos juntos para ver su salida desde la Ermita de la Virgen del Socorro.

 

Los costaleros, que llevan 365 días esperando este momento han puesto sus ganas, su pasión, su devoción y su coraje para conseguir que su cristo pudiera ver la luz del cielo alicantino desde su posición privilegiada, en lo alto de sus hombros. Expertos en sus medidos movimientos han conseguido sacar por la estrecha de la ermita el trono. Ni muros, ni vallas, ni escalones han impedido su salida procesional. Mientras, entre el público se notaba la tensión. Los debutantes en la escena contenían los nervios, los niños alucinados preguntaban a sus padres y los veteranos, los que no se pierden un Lunes Santo este mágico momento, ya anunciaban que está todo controlado.

Y así es, todo medido, todo seguro, minutos de nervios, gritos y empujones entre los costaleros que ataviados con el azul Alicante y sus guantes blancos no van a permitir que un solo hierro del trono toque el suelo. El himno de España al son de las Cornetas y Tambores de la Banda de Cornetas y Tambores de Tómbola daba el punto emotivo al ambiente. Vello de punta y aplausos.

Sonrisas de satisfacción entre los hermanos de fila al ver aparecer al 'Morenet' por las escaleras de la ermita a la calle Virgen del Socorro. Admiración entre el público que aplaudía con fuerza, y las preguntas de los niños que no cesan por el asombro y las dudas de la edad y del momento que acaban de vivir. Se encienden las velas, las capuchas de los vesta monacal cubren parte del rosto de los nazarenos. Es el momento de emprender el camino hacia la carrera oficial, por delante un largo recorrido hasta el regreso.

El trono no es llamativo por sus grandes dimensiones pero la talla y el precioso adorno florar de tulipanes de colores hacía que luciera preciosos. 25 costaleros tienen  el privilegio de procesionar con su cristo Morenet. Hombres y mujeres que llevan un año esperando para este momento. "Mucha gente de la hermandad solo nos vemos este día", reconoce el presiente de la cofradía, Manuel Giménez, minutos antes de arrancar.

Tras el paso por la carrera oficial, solo resta la vuelta a casa. Un regreso a la ermita único, mágico. Y es que, un cristo marinero no puede estar al margen de su Mediterráneo, por eso los costeleros portan a su 'Morenet' a la vera de la playa del Postiguet para regresar a la ermita por la estrecha pasarela peatonal que une la playa con la calle Virgen del Socorro. Es el camino más largo para volver, pero el más hermoso. 

Una vez allí, tras más de seis horas de recorrido por las calles de Alicante el orgullo por volver a vivir un momento así se impregna en los rostros satisfechos de los hermanos y costaleros. El Morenet ha vuelto a casa hasta el próximo año. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario